El hueco se movía en un clima perturbador. Aislado del piso clásico con mosaicos bicolor que tiñe la suela de los pasos desprevenidos de algún que otro opa sin mocasín, yacía inquieto y peligroso. Bajo el huracán angustioso, el cordobés, a menudo dejaba desaparecer su nostalgia cotidiana tragando la estirpe surrealista, asemejándose más a Irak que a un conurbano de cabalgatas cálidas y desenfadadas.
No es una postal de avenida Caraffa, si no que es Guatemala, pero bien podría serlo, como tantas otras calles en la docta. ¿Y Giaco quiere ser reelegido?!.
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